«El libro electrónico hoy»
¿Qué podemos esperar realmente de la oferta de ebooks en América Latina?
Por Edwin Chávez
Aquel día de setiembre en que Jeff Bezos presentó el nuevo Kindle Fire de Amazon pasará a la historia no por haber revelado la nueva tableta sino por una diapositiva simple pero contundente: mostró cómo la venta de ebooks en Amazon había superado por primera vez la venta de libros impresos. Para muchos, era cuestión de semanas: la tendencia marcaba que la gente prefería comprar libros electrónicos en vez de físicos. Pero ese día de 2012 muchos quedaron asombrados por cuán rápido la tienda de libros más importante de Estados Unidos había logrado desplazar los paquetes de envíos por el famoso «Tenlo en 1-click». Más allá de cómo el mercado norteamericano parece pintar el nuevo panorama, el asunto del consumo de libros electrónicos aún está lejos de ser un tema incuestionable en el mundo: cada mercado se enfrenta a sus propias circunstancias y a su propio ritmo de transición. Basta mirar a España para darnos cuenta de que el asunto aún se muestra incipiente, a pesar del ingreso de las tiendas digitales de Apple y Amazon. El 68% de los españoles que descarga libros electrónicos no paga por ellos. Una cifra que equivale a 70 millones de euros esfumados a través de los cables y el wifi. Si una nueva era trae nuevos actores, aquí ha traído más bien el fortalecimiento de viejos agentes: la lucha por vencer la piratería será mucho más ardua y más complicada que antes para el mercado editorial. Hay páginas web donde uno puede descargar ebooks (incluso novedades) de manera gratuita. Y a eso hay que agregarle una nueva regla de nacimiento con respecto a las leyes que rigen el libro electrónico: hay libros gratis.
Muchas casas editoriales y editores independientes tendrán que lidiar al menos en este nuevo desafío con la presencia de clásicos gratuitos. Si antes a cualquier persona le podría haber costado 100 dólares dólares adquirir diez libros de autores clásicos, hoy puede armar su biblioteca digital con 1.500 títulos sin pagar un centavo. Es el caso de Amazon, que lanzó el año pasado una sección de ebooks gratuitos en español que incluyen títulos de, entre otros, Shakespeare, Dostoievski, Proust, Melville, Wilde, Kafka, Stevenson, Balzac y hasta Ricardo Palma. El asunto se vuelve radical si le sumamos que no se necesita ni Kindle ni iPad para leerlos. Basta con que uno se registre en Amazon y descargue la aplicación gratuita para PC o Mac. Y listo. El mismo escenario se presenta en la tienda de Apple, en el que te brinda la opción de descargar libros gratuitos aunque con un catálogo menos glamoroso que el de Amazon. ¿Es posible pasarse entonces la vida entera leyendo clásicos sin pagar nada? En el nuevo mercado de los libros digitales, lo es. A un nivel básico basta tener corriente eléctrica, una computadora y al menos cinco minutos de Internet para descargar Crimen y castigo. Este escenario plantea ciertos desafíos para todas las casas editoras: ¿vale la pena en este contexto editar clásicos? El problema del catálogo gratuito de Amazon está en la calidad de la traducción. Y muy pronto es posible que en la gráfica. Una editorial de prestigio podría vender títulos de Cervantes amparada en la presentación visual y la calidad crítica. Pero esta es una batalla aún por verse. Por ahora, deberá jugar con las reglas ya impuestas: si quiere vender clásicos, debe considerar que muchos ya son gratuitos.
Por el lado del lector, el auge de los ebooks plantea la pregunta de qué soporte adquirir para leer sus futuros libros electrónicos. Aquí el asunto puede variar de acuerdo a los gustos de cada quien, pero hay elementos que se deben tomar en cuenta. En el mercado hay dos empresas que poseen sus propias infraestructuras y tecnologías y han desplegado sus megatiendas: Amazon y Apple. Ambas tienen modelos de negocio diferentes entre sí. Amazon apuesta por ofrecer aplicaciones de lectura para sus ebooks en cualquier soporte tecnológico: uno puede leer ebooks KF8 o .mobi (las extensiones oficiales de Amazon) desde cualquier dispositivo, ya sea en una computadora con Windows o Apple o en un smartphone con Android o iOS. Apple, en cambio, solo permite leer libros de su tienda iBookstore en sus propios dispositivos. Eso quiere decir que alguien con un Kindle Fire no podrá leer libros de la tienda de Apple, pero si alguien tiene un iPad, sí podrá leer los libros de Amazon. Así que si uno quiere accesibilidad a los libros de ambas tiendas, debe considerar adquirir un iPad antes que una tableta Kindle Fire.
Otro tema importante es el poder gráfico y multimedia: hoy en día hay una gran diferencia entre ambas tecnologías: los libros de Apple pueden ser interactivos y mucho más gráficos que los de Amazon. A pesar de que la compañía de Jeff Bezos lleva varios años en el mercado digital, Apple ha sacado ventaja al crear un software que permite elaborar libros electrónicos multimedia de una manera sencilla e intuitiva. Cualquier diseñador que maneje InDesign de Adobe puede crear ebooks bonitos e interactivos, características que no se pueden elaborar actualmente con la tecnología de Amazon. Y si bien la propuesta de las editoriales sobre el potencial de los libros de Apple es aún escasa, es posible que en menos de seis meses tengamos ediciones de lujo que incluyan videos, interacciones y una dinámica diferente a la que uno está acostumbrado desde siempre con los libros de papel, y desde hace tres años con los ebooks de Amazon. Así que si finalmente uno decide adquirir un Kindle Fire (159 dólares) o una tableta Nexus de Google (199 dólares), deberá tomar en cuenta que las ofertas y el catálogo que tendrá al alcance de «1-click» será solamente de Amazon. Por ese motivo, quizá un iPad mini (329 dólares) sea una mejor opción, considerando que tendrá acceso a la oferta de ambas tiendas.
Un último aspecto es que Apple le ha ganado la iniciativa a Amazon con la apertura de su tienda de libros iBookstore en Sudamérica. Actualmente, uno puede conseguir en esta tienda una gran variedad de ebooks, desde autores del Boom latinoamericano hasta novedades editoriales lanzadas en España. A diferencia de Amazon, cuya tienda española solo permite adquirir ebooks en ese país y que al parecer solo se liberará una vez que la compañía decida abrir sucursales aquí, Apple ha comenzado a echar a andar el negocio de los libros digitales de la mano de las editoras más importantes de esta lengua. Con el tiempo, está claro que los catálogos de Alfaguara, Anagrama y Mondadori seguirán ampliándose, además de que veremos aparecer otros sellos más independientes. Por eso, otra gran limitación al adquirir una tableta Kindle o Nexus es que uno deberá contentarse con adquirir ebooks en inglés. Salvo alguna excepción, no hay libros electrónicos en español, por lo que la experiencia se vuelve frustrante. Hace seis meses, esa frustración latinoamericana estaba restringida a Apple, pero con la apertura de su tienda en América del Sur todo el escenario cambió.
Libros más baratos o clásicos gratuitos al alcance de un clic. Este es el panorama que aún está formándose en esta parte de nuestro continente. Estamos todavía en medio de la transición al libro electrónico y los roles de quiénes tendrán papeles protagónicos en este juego se muestran aún difusos. Pero hay algunas cosas que parecen estar más claras: la piratería se convertirá en un tema mucho más crucial que antes y el poder de las editoriales grandes parece que seguirá siendo considerable. Basta entrar a la tienda de Apple para comprobar que son ellas las que abarcan las promociones y los catálogos que se muestran al público. ¿Podrán las editoriales independientes quitarle un stand virtual en iBookstore a las editoriales grandes? Eso está por verse. Mientras tanto uno puede ir construyendo su propia biblioteca digital: allí están los clásicos gratuitos y las novedades en español. Tenemos la opción de comenzar con 1.500 ebooks sin pagar un centavo, y el gran privilegio (nunca antes visto) de leer la novedad de una editorial española al segundo de haber sido publicada. Hoy las distancias ya no importan.
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Estimado Edwin: Con todo respeto, tu artículo está errado totalmente. No son dos tecnologías, amazon y apple las que existen en el mercado: son tres. El formato EPUB ni lo nombras y es el más conocido y el que en más librerías se vende. Apple tiene mucho menos mercado que amazon y estás comparando papas con camotes. Apple, con sus libros interactivos apunta a otro sector y nada tendría que hacer con quien toda la vida ha leido libros. Además confundes las tabletas de amazon con los kindle. Los ereader, que ni siquiera los nombras son dispositivos hechos esencialmente para leer, para aquellas personas que toda la vida leyeron libros físicos. Apple en realidad apunta a un sector de gente que lee poco o lee revistas o gusta de consumir interactividad lúdica. Apple, así como las tabletas de amazon no sirven para leer libros debido a que consumen batería y el reflejo de la pantalla cansa la vista. Para aquellos que consumen clásicos son los ereader que, repito, parece que no los conoces. ¿Quien te dijo que el catálogo de apple es mas amplio que el de amazon, solo porque ha abierto en latinoamerica? Los mismos libros que vende apple los tiene amazon y no solo ellos, sino barnes and noble, y miles de tiendas mas que no son ni amazon ni apple. Hay en estos momentos sí, cuatro grandes jugadores, que son amazon, apple, google y sony, pero están también Kobo y muchos otros. Y si se trata de saber quien le ganó a quien, infórmate mejor: en Brasil, que fue la primera puerta que se abrió a los grandes, entró Kobo y luego siguieron los demás. Hay que informarse mejor.
A ver, varias precisiones a tu post. Decir que está “errado totalmente” es una ligereza de tu parte. Pero vale, te respondo.
1. El formato epub para mí es un formato que el propio Apple se encargó de matar con el lanzamiento de su ibooks Author. Yo mismo edité un libro en ePub de 1000 páginas y fue un infierno. Míralo en http://elespiadelinca.pe. iBooks author ahora permite publicar libros en versión vertical con su formato .ibooks. He editado allí y es súper práctico. Epub ha muerto para Apple. Y Amazon no tomará ese formato como el suyo a desarrollar. El epub es un formato sin dueño. Y creo que para el negocio de ebooks a futuro ya no cuenta para las grandes plataformas. No tiene sentido hoy en día crear un ebook en ese formato. A menos, claro, que quieras salirte de las megatiendas para comercializar por tiendas particulares.
2. He leído libros toda la vida y ahora leo en un Kindle Fire y en un iPad. Nunca se me ha cansado la vista. No veo por qué un niño que tiene un iPad o una tableta siempre crea que le cansará la vista al leer un libro en ereaders. Pero vale, es una ausencia que sí es importante por el lado del fetichismo del lector clásico. Pero como te comentaba, Apple acaba de lanzar la opción de editar libros verticales en su aplicación. Es como leer un libro en ePub. Y apuntará a que todos los libros se hagan en su plataforma. Es lo usual. Incluso seguro harán una plataforma como la de Adobe para crear revistas interactivas a través de su plataforma. Apple quiere todo el mercado. Y bienvenido sea, su software es 100 veces mejor y más fácil que editar en .mobi .kf8 o .epub.
3. En ningún momento dije que Apple tuviese un catálogo más amplio que Amazon. Ahora, en Latinaomérica -al menos en español- sí lo tiene. No hay ofertas en español en Amazon. A cuentagotas. Y en la tienda de Apple están ahora miles de libros de las editoriales más importantes. Si vives en España, pues tienes la opción de descargar ebooks allí en Amazon. Incluso de otras tiendas. Pero en Latinoamérica no se puede. Hace un año intenté comprar varios libros de tiendas de España y fue imposible. El artículo apunta a este continente. Quizá haya ahora algunas librerías donde sí se pueda.
4. Mi artículo no incluía Brasil. Tómalo como una ligereza de mi parte. Pero básicamente estaba enfocado en el mercado español latinoamericano. Buen dato lo de Kobo.
Un abrazo.
Gracias por tu respuesta. No puedes catalogar de fetichistas a los que simplemente no quieren tener la vista cansada y, en todo caso, optan por una pantalla sin reflejos. Una cuestión de gustos, como finalmente dejas entender, no se puede tomar como norma. El ibooks author es una plataforma exclusiva para apple, exclusiva para quienes tienen una mac. Entonces no puedes decir que sea el futuro y menos su formato, toda vez que se trata de un formato propietario. Además está basado en EPUB. Nadie duda de su software es sencillo y está pensado para uso no profesional. La intención del EPUB es ser libre, es lógico que la idea es que evolucione, eso no se llama “morir”.
Ahora, tu concepto de “tengo una herramienta sencilla” y por tanto el formato .ibooks es mejor no tiene sentido. En todo caso con esa herramienta se hace más fácil autopublicar, pero eso no hace que epub sea complicado. Es como decir que es mejor hacer una web con dreamweaver que con un bloc de notas y código html. Aunque modificado, el formato ibooks es un epub modificado.
No entiendo tu afán por desmerecer lo que no usas. Es como pretender hablar bien de los libros de tapa dura o blanda, frente a los libros de bolsillo. Finalmente hay tres tipos de formato, igualmente válidos en el mercado y seguramente, quien sabe, aparecerán mas.